lunes, 10 de mayo de 2010

Para recordar, para avanzar en el camino.

Cuando los momentos se sienten profundamente es difícil quitarle emoción a las palabras; pueblo, lucha, organización, unidad, memoria, lucha, justicia, educación, pan, trabajo, felicidad, lucha; y las palabras repetidas en labios sinceros.

Un pueblo que sentía en las calles mas transcurridas de la ciudad con tanta gente que las cruza sin pensar, claro no eran los exageradamente 10.000 que ni se miran; no allí estaban trabajadores, estudiantes, mamas y papas, desocupados, niños, jubilados saludando afectuosamente sabiéndose compañeros en la lucha.

Lucha por una justicia que no se dedique a encerrar chicos en las cárceles por ser victimas del maltrato social que los excluye de cualquier derecho natural del hombre, resignándolos a una vida de platos vacíos, zapatillas rotas, paco y pistola; una justicia lenta para resolver cualquier embrollo político que es un fraude a todos para seguir manteniendo el aparato estatal, pero no es lo mismo para todos los compañeros presos por luchar. Por una justicia que incluya, por una justicia que procese a los que mienten, saquean y matan al pueblo; por la libertad y el desprocesamiento de los presos políticos.

Salud, para todos los niños para los abuelos, que a consecuencia de sueldos y jubilaciones miserables, a causa de una contaminación en una naturaleza arrasada, caen en los hospitales donde como mas poco pueden hacer, parece ser que todo es para unos pocos.

La lucha es por la educación, por el trabajo, por la casa, por la comida, para vestirse.

Lucha por la dignidad de todos y todas, por una igualdad una sociedad sin gente arriba ni abajo.

Unirse y organizarse para luchar por ese lugar feliz, para que la alegría, la emoción, la plenitud puedan encontrarse todos los días.

Escrito por compañera de la JG.

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